Si sale humo por el tubo de escape, observe si es negro, azulado o blanco. Si el humo solo se ve con el coche en movimiento, pida a un amigo que le siga y le describa el humo. Así evitará distraerse mientras conduce.
El humo negro está causado por combustible que se quema en el tubo de escape. Puede deberse a un ajuste incorrecto de los inyectores (o del carburador en su caso) o a la obstrucción del filtro del aire. Si el humo negro solo se produce a primera hora de la mañana, es probable que haya que ajustar la regulación de la riqueza de la mezcla en el sistema de inyección de combustible. Su taller habitual le confirmará la causa y le solucionará el problema.
El humo azul indica que se está quemando aceite. Por desgracia, la emisión continuada de humo azul es probable que signifique una avería costosa, porque indica que los segmentos o las paredes de los cilindros han sufrido daños. Si todo lo que observa es una bocanada rápida de humo azul por la mañana, entonces puede que el problema esté en las guías de las válvulas o en sus juntas. Esto es menos grave pero debe acudir de inmediato a su concesionario.
El humo blanco puede deberse a que se pierde refrigerante o anticongelante o a que llegan a las cámaras de combustión y se están quemando allí. Entre las causas más probables están una junta de culata deteriorada, una culata rota o un cilindro estropeado, pero pida la opinión del taller antes de empezar la reparación.
En cualquiera de los 3 casos es importante asistir a tu taller de confianza, agenda con nosotros y despreocúpate de ese humo: 6550 1458
FUENTE, SHELL España.